– Texto: Pedro Rodríguez González
– Aviario: Cazalilla
– Fotos: Internet
ALOJAMIENTO
El tema del alojamiento es algo que depende del espacio del que dispongamos. Si tenemos la posibilidad de criar en una batería de voladeras de 1m x 2m x 2m, sería lo ideal. Pero a partir de ahí, dependiendo del espacio, habría que adaptarse a el. El lúgano es un pájaro que se acopla bien a la jaula de metro y de 60 cm.
Yo crío en minivoladeras, a partir de 60 cm del suelo, de 1,20 m de alto x 50 cm de ancho y 50 cm de fondo y me va muy bien.
Debemos situar a los pájaros en un lugar que tenga mucha luz y buena ventilación, evitando las corrientes de aire. Una humedad de entre 60% y 70% y una temperatura de entre 17º y 30º, serían las condiciones ideales para la reproducción.
EMPAREJAMIENTO
Después de haber pasado todo el invierno en las voladeras con otros lúganos, machos con machos y hembras con hembras, descansando y almacenando grasa para la temporada de cría, llega mitad de abril y empieza la temporada reproductiva.
Comenzaremos, evidentemente, por elegir las parejas. Algunas ya estará definidas de la temporada anterior, pero otras habrá que elegirlas con atención, porque de ello dependerá el éxito o el fracaso al final del año, en los concursos-exposiciones.
Una vez he decidido el lugar en el que voy a alojar a la pareja, siempre pongo primero a la hembra, al menos 3 o 4 días antes, para que tome contacto con el lugar donde va a tener que pasar hasta la mitad del verano y generará su descendencia. Esto lo hago con la idea de que tenga un poco más de tranquilidad los primeros días, porque para ese tiempo el macho está ya en pleno celo y si estuviesen juntos, no la dejaría y en la mayoría de los casos la perseguiría sin parar. La situación de estrés para la hembra, en estas circunstancias, sería fatal.
Podría ocurrir, que los dos miembros de la pareja no se lleven bien al principio, pero por lo general, en el caso de los lúganos, las disputas no son muy intensas, en pocos días suelen superarlas y poco a poco van acercándose más, se van dando el pico, comen cada vez más juntos y si al principio dormía en un extremo del posadero, al poco tiempo acaban juntos. Los lúganos son muy sociables y las riñas suelen acabar pronto. Si pasado un tiempo siguiesen las peleas, romperemos la pareja, porque por lo general la gran mayoría de esas parejas que riñen no llegan a criar.
ALIMENTACIÓN
El tema de la alimentación es algo complejo, porque cada uno tiene su estilo, cada uno hace su mezcla, etc. Cuando adquiramos un lúgano y en general cualquier pájaro, debemos preguntar siempre a su propietario la dieta que le suministraba y los primeros días, darle la misma comida, sobre todo teniendo en cuenta la situación de estrés que les supone un cambio de local, ambiente, etc. Como primera medida, yo les suministro, nada más llegar, algún complejo vitamínico y anticoccidios.
Pasados unos días y comprobado que nuestros lúganos van bien, ya podemos darles nuestra mixtura habitual, o lo que nosotros queramos ponerles, pero siempre gradualmente.
Personalmente les proporciono una mixtura que yo mismo les preparo, con semillas variadas y que me va muy bien, a base de alpiste, negrillo, cañamón, césped, perilla, sésamo, diente de león, cardo, achicoria, lechuga, colza, adormidera, mijo japonés, paniset, bella de noche y lino.
Les pongo todo el año a libre elección mezcla de minerales, jibia, carbón vegetal y conchas marinas trituradas.
También una mezcla que yo preparo de pasta de cría con brócoli triturado, casi todo el año, diariamente, y en época de descanso, un día a la semana.
Gusanos búfalo congelados, todo el año, a razón de tres o cuatro por cabeza, un día a la semana. En época de cría, cuando tienen pollos, les pongo a libre elección, los primeros ocho o diez días, y en época de muda un día a la semana.
También algo que es natural y que antes y durante la cría es un gran complemento de su alimentación y que está al alcance de todos, el pulgón que vemos por nuestros jardines y parques y que para los lúganos es como el chocolate para un niño. Además, estoy por asegurar que es un gran estímulo para las hembras, a la hora de entrar en celo.
LA CRÍA
La cría con luz natural normalmente empieza a final de abril, y sobre todo en mayo y se extiende hasta mitad de julio. En este periodo de tiempo hacen dos puestas, con la consiguiente crianza de los pollos y a partir de ahí, empiezan la muda y el descando del largo invierno.
No utilizo nunca nodrizas. Mis pájaros son criados por sus propias progenitoras y debo decirlo, con gran éxito.
Lo primero que observo y me indica que la hembra quiere pronto empezar con la cría es descubrir que en el lugar asignado por nosotros para la puesta de los huevos está ya lo suficientemente preparado para sus necesidades. La hembra primero, y el macho después, siguiendo el ejemplo de la hembra, se pasarán varios días, incluso semanas, tirando de los hilos que previamente habremos puesto a su disposición. Si las hembras son primerizas, pueden llegar incluso a estar jugando con los hilos y pelo animal durante un mes, las veteranas son menos juguetonas.
Muchas veces la gente me comenta que ha visto a sus lúganos dándose el pico y que debe se señal de que estén emparejados, pero no siempre es así. Es algo típico de los lúganos este tipo de conducta, ya que son muy sociables.
Pero la señal inequívoca de que las cosas andan por el buen camino en la formación de la pareja es ver al macho alimentando a la hembra con asiduidad. También será indicio de que el momento ha llegado, observar como el macho se pasa mucho tiempo cantando sin parar y realizando vuelos acrobáticos muy continuados, con las alas abiertas y caidas y la cola abierta, detrás de la hembra, unas veces y otras observando desde el posadero como la hembra construye el nido.
Para que construyan el nido, personalmente les suministro sisal, que entiendo que es el material que más les gusta. Da igual el tamaño del nido que le pongamos, que sea de pita, esparto, etc, la hembra lo carga del pelo que necesite, para formar como una pequeña tacita de café, algo muy bien hecho, a conciencia, perfecta protección para sus pollos.
Suelen poner de cuatro a seis huevos, pero lo normal son cinco, de color azulado, con manchas rojizas. A los doce días eclosionan y salen unos diminutos pollos de unos dos cm, que a los catorce o quince días saltan del nido.
Durante ese tiempo, salvo excepciones, el macho ayuda a criar, llevando el buche a tope a la madre y esta, a su vez, ceba a los pequeños. Cuando los pollos ya son un poco más grandes, será el mismo macho el que los alimente.
Entre los 15 y 20 días siguientes, la hembra empieza a preparar otra nidada y es a partir de aquí cuando el padre toma el protagonismo de la última parte de la cría de los pollos, hasta que aprenden a comer por su cuenta, más o menos a los 25 días.
Es bueno poner dos nidos, y si es posible uno interior y otro exterior, porque muchas veces no les gusta el que le ponemos y así le damos a la hembra la oportunidad de elegir el que mejor le convenga. Si solo tiene uno y los pollos aún no han saltado del nido e incluso puede llegar a matarlos. Pero esto es poco frecuente en el caso de los lúganos, ya que son padres muy amantes de su descendencia.
Una vez los pollos se alimentan bien solos, los saco a una voladera y ahí los dejo hasta octubre o noviembre.
Al contrario de lo que ocurre con el canario u otros pájaros, no se produce situaciones de picaje y pueden convivir sin problemas lúganos de distintas edades.
LA MUDA
La muda la hacen mis pájaros en voladeras de 1,50 m x 0,60 m x 1,20 m y un máximo de 20 ejemplares en cada una, para evitar el picaje, estrés y demás problemas que causa tener muchos pájaros juntos.
Es una época en la que los pájaros están más débiles, a lo que si le sumamos que es temporada de verano, en la que se producen muchas enfermedades, habrá que estar muy encima de ellos y controlarlos con atención especial. Se trata de prevenir muchas de las bajas en nuestros pájaros que se suelen incrementar en estas fechas, sin olvidar el periodo de las vacaciones, en que el descuido de las necesarias atenciones puede ser también determinante.
Para ayudarles, les doy dos días a la semana vitaminas y aminoácidos.
PREPARACIÓN PARA LOS CONCURSOS
Tras la muda, llega lo que para la mayoria es la culminación de una temporada muy larga de alegrías y penas (por las bajas) en la crianza de nuestros pájaros.
Llega el momento de saber donde nos encontramos con respecto a nuestros «rivales», en cuanto a la calidad de nuestros pájaros se refiere. En ocasiones ocurre que poseemos muy buenos ejemplares, pero hay algunos puntos que no tenemos en cuenta y que a la hora de estar en la mesa delante de los jueces es fundamental, dando lugar a que sean penalizados y que queden sin opciones de premio. Entre esos puntos a los que hay que prestar especial atención, los más comunes son plumaje revuelto, falta de alguna pluma, pájaro no acostumbrado a la jaula, muy nervioso y asustadizo, etc.
Esos problemas son solucionables y con unos pequeños trucos tendremos resueltos muchos de esos inconvenientes, con posibilidades de alcanzar el ansiado premio.
Lo que yo hago es, una vez terminan la muda, colocar los que me gustan y veo con posibilidades de optar a conseguir algún premio en jaulas de concurso, de las que están cerradas por todos lados menos el frontal, y ahi los dejo hasta una semana antes del concurso, en que los pongo en una jaula más amplia y donde les incorporo una bañera, para que limpien bien la pluma.
Durante el tiempo que están en las jaulas de concurso, los cambio mucho de sitio y a menudo los coloco donde hay movimiento de gente. Esto hace que el pájaro, poco a poco, se vaya haciendo más dócil y esté acostumbrado a la presencia humana, preparado para cuando el juez lo tenga en la mesa.
Con algunos ejemplares, que son excesivamente nerviosos son con los que habrá que estar más encima, para conseguir que se amansen. Llego incluso a ponerlos delante de la televisión todo el día o donde mis hijos están jugando. En dos o tres días, el pájaro empieza a acostumbrarse y tranquilizarse. Pero eso sí, hay que insistir mucho y eso teniendo en cuenta que en esta especie, por lo general, los pájaros no son excesivamente nerviosos.
ESTÁNDAR COM DEL LÚGANO
El pico: Fino y puntiagudo y de color córneo claro, llameado de negro.
Los ojos: Castaño negro
La cabeza: La frente, la parte superior del cráneo y occipucio son negros, el casquete es negro, ligeramente punteado de gris, las mejillas y la región auricular son de color amarillo-grisáceo, ligeramente velado, los trazos superciliares amarillentos, parten detrás el ojo y ensanchándose sobre el cuello, pasan por detrás del dibujo de las mejillas.
*Observaciones: Los pájaros jóvenes pueden mostrar ligeros lunares.
El cuello: Nuca de color verdoso, con finas estrías muy oscuras.
La espalda: Manto del mismo color que la nuca.
Los hombros: Escapulares del mismo color que la nuca.
Pecho y garganta: De color verde amarillento. Ciertos machos tienen un pequeño babero negro sobre lo alto de la garganta, que debe ser pequeño y regular y no es ningún concepto obligatorio.
Flancos: De color gris-verdoso, con estrías negras, que deben de estar bien señaladas en ambos lados del cuerpo.
El vientre: Región anal ligeramente grisácea.
Las alas: Las grandes remiges negruzcas, con la orilla externa amarilla a partir de la tercera. Esto hace que forme un pequeño espejo o lunar amarillo en la base. Las remiges secundarias están bordeadas de un color grisáceo en su extremo, una barra alar amarilla está formada por el ribete de las coberteras primarias.
El ovispillo: Amarillo-verdoso
La cola: Los dos primeros tercios de las rectrices son amarillos, mientras que el extremos de las mismas es negro. Las dos rectrices medianas son negras sobre toda su longitud.
Las patas: De color carne oscura
Los dedos: De color carne oscura
Las uñas: Negras. Las hembras son de tonos más grisaceos y más estriados en general y el color de fonde debe ser lo maás gris posible.
DEFECTOS CLÁSICOS DEL LÚGANO
Anteojos: Dos pequeñas manchas amarillas en el macho y grises en las hembra, sobre la frente.
Trazos superficiales que sobrepasan el ojo en dirección a la frente.
Babero irregular.
Barras alares irregulares.
Ausencia del pequeño espejo alar.
Estrias irregulares.
Color de fonde excesivamente amarillo en las hembras.
Diámetro máximo de la anilla 2,5 mm.
PLANILLA DE ENJUICIAMIENTO DEL LÚGANO
Diseño: 25 puntos. Se valora diseño melánico y lipocromo en todo su cuerpo.
Color 25 puntos. Se valora el color melánico y lipocromo, en intensidad, luminosidad y la uniformidad en todo el cuerpo.
Talla y forma: 20 puntos. Talla entre 11 y 12,5 cm. Forma bien proporcionada con respecto a su tamaño.
Posición: 10 puntos. Debe estar tranquilo encima del posadero, sin nerviosismo.
Condición e impresión: 5 puntos. Aquí se valora la limpieza, salud y bultos.
Total 100 puntos
MUTACIONES
Es uno de los fringílidos que más mutaciones se le conoce y causante de las mutaciones en los spinus americanos.
Las mutaciones más conocidas hasta ahora son:
Bruna: Ligada al sexo.
Ágata: Ligada al sexo.
Isabela: Ligada al sexo.
Marfil: Ligada al sexo.
Diluido: Verde, bruno, ágata, isabela y marfil, autosómica dominante.
Doble dilución: Verde, bruno, ágata, isabela y marfil, autosómica dominante.
Topacio: Recesiva.
Ino: Recesiva.
Phaeo: Recesiva.
Eumo: Recesiva.
Más las conbinaciones marfil con bruno, ágata, isabela, etc.
EL LÚGANO EN LA HIBRIDACIÓN
Es un pájaro que por su docilidad hibrida bien con cualquier fringílido europeo, exótico o canario.
Ejemplos más comunes con:
Con canaria.
– Lúgano x canaria melánica, siempre a ser posible intensa, porque todos los pájaros silvestres son mosaicos. Conveniente pájaros con plumaje ajustado al cuerpo y no excesivo plumaje.
Con fringílidos europeos.
Lúgano x verderón común, lúgano x jilguero, lúgano x pardillo común, lúgano x verdecillo, lúgano x pardillo sicerín, lúgano x piquituero común, lúgano x camachuelo trompetero…
Con los fringílidos exóticos.
Americanos.
Lúgano x cardenalito, lúgano x cabecita negra, lúgano x negrito de Bolivia, lúgano x xantogastra, lúgano x lúgano de yarreli, lúgano x carpodaco mexicano…
Asiáticos.
Lúgano x verderón de China, lúgano x verderón del Himalaya, lúgano x verderón cabeza negra…
Africanos.
Lúgano x verdecillo de frente roja, lúgano x cantor de África, lúgano x canario de Mozambique…
EL CRIADOR: PEDRO RODRÍGUEZ GONZÁLEZ
Como casi todos los criadores o la mayoría, empezamos por el cariño de las aves desde que muy pequeños los padres nos traen los pollos de gorrión, que en la mayoría de los casos son los primeros pajaros silvestres que tenemos en nuestras manos.
Yo empecé así, porque por suerte nací en un pequeño pueblo de la província de Jaén, llamado Cazalilla, rodeado de olivares y cereales. Mi padre me traía pichones de tórtola, paloma torcaz, etc… que yo criaba con granos de garbanzos y agua. Por ahí empecé a tener cariño y respeto por las aves.
En el año 1989, en noviembre o diciembre, entré en una tienda y había unos pájaros que me llamaron la atención por su casquete y su boina negra y también por la corbata. Pregunté al dueño que pájaro era y el me dijo que eran lúganos. Ese nombre ya no se me olvidaría y me gustaron tanto que seguí preguntando de donde eran, donde podía comprar alguno, etc. Tanto insistí que me dijo el hombre que me regalaba uno. Y así empezó un idilio que cada día es más grande.
Me inicié con las hibridaciones con las canarias con buenos resultados en concursos locales. Eso me hacia sentir más cariño por estos simpáticos fringílidos hasta el punto que después de unos años, dejé la cría del canario y otros fringílidos europeos y decidí dedicarme en exclusiva al lúgano clásico y sus mutaciones.
En el año 2002 empecé con este fringílido. Adquirí dos parejas de diluidos sin más, porque yo no entendía aún las mutaciones, hasta que nacieron los primeros pollos. De cinco huevos, todos fecundos, nacieron dos verde diluidos machos, un verde doble dilución macho, una bruna diluida hembra y una ágata diluida hembra, que fué lo que me hizo ver que el macho era bruno diluido. Así empezó la cría del lúgano en mi criadero, que por suerte cada año mejora, gracias a la experiencia del día a día y la calidad de los ejemplares.
Lo que en este artículo he querido comentar es mi experiencia personal. No deseo otra cosa que expresar mis experiencias por si pueden ayudar a alguien en su propósito de criar este simpático fringilido.
Este artículo fué creado para la revista Ornitología Práctica y está expuesto en esta web, bajo el permiso de su autor, Pedro Rodríguez González.
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