El plumaje es uno de los elementos más característicos de los pájaros. Las plumas amplían la superficie de vuelo, mejoran la aerodinámica y mantienen la impermeabilidad y la temperatura corporal. Pero además, las mutaciones y los procesos de adaptación a medios diferentes producidos durante millones de años de evolución, han proporcionado al plumaje una increíble variedad de colores y formas. Desde los intensos rojos, azules y verdes de los grandes papagayos americanos hasta los amarillos, verdes y rojos de jilgueros o verderones, las aves nos ofrecen una extensa gama cromática que enriquece nuestros paisajes y que cumplen diversas funciones. Desde el camuflaje, al reconocimiento y la cohesión del grupo, pasando por la función sexual y reproductiva.
A esta intensa actividad creadora de la naturaleza se suma la aportación humana. La cría y la selección de especies ha permitido enriquecer y diversificar aquello que la evolución y la selección de especies han creado. Y en el campo de la ornitología el paradigma de la intervención humana es, sin duda, el canario. Pocas aves presentan una variedad de gamas y de colores como la de este pequeño pájaro. Y de todos, seguramente uno de los grupos más vistosos es el de los canarios de factor rojo.
El canario de factor rojo se ha desarrollado a partir del cruce del canario con el Cardenalito de Venezuela que, como otras especies de pájaros que han evolucionado de manera natural, contiene en su herencia los genes que le dan su color rojo característico. Pero el canario rojo no es capaz de fabricar los pigmentos que dan color a su plumaje. Para evitar la pérdida de color, tenemos que añadir a su dieta alimentos que contengan estos pigmentos, o bien colorantes artificiales mucho más potentes, que ayuden a dar intensidad y brillo a las plumas.
Los colorantes
Tradicionalmente la pigmentación del canario rojo se había potenciado añadiendo a su dieta alimentos, la zanahoria, por ejemplo, que contenían una alta proporción de pigmentantes. Actualmente, sin embargo, se consiguen resultados mucho mejores utilizando pigmentos artificiales que permiten mejorar la intensidad y el brillo del color.
En la cría del canario de factor rojo se utilizan tres tipos de colorantes: la cantaxantina, el carofil rojo y el betacaroteno. En la cría del canario amarillo el pigmento que se utiliza para reforzar el color es la luteina.
La cantaxantina. La cantaxantina se encuentra de manera natural en una vistosa seta llamada «chantarellus cibarius». El pigmento de síntesis química tiene un color rojo muy intenso, tirando a violeta. Es hidrosoluble, pero se acostumbra a utilizar mezclado con la pasta de cría. Es el colorante más potente y proporciona a los pájaros un color rojo intenso, variable según las dosis utilizadas.
El carofil. Se obtiene de la cantaxantina y tiene unas propiedades pigmentantes prácticamente idénticas a las de este colorante. La principal diferencia está en la estructura molecular microcapsulada que hace que la asimilación del colorante sea más lenta y gradual.
El betacaroteno. En la naturaleza los betacarotenos se encuentran en muchas frutas y verduras entre las que destaca la zanahoria o el tomate. Como producto químico el betacaroteno presenta un color naranja oscuro. Es hidrosoluble, de manera que se puede administrar tanto con la pasta de cría, el sistema más utilizado, como con el agua. El grado de pigmentación que proporciona es bajo, pero en cambio da un gran brillo al plumaje. Es por eso que para obtener buenos resultados, el betacaroteno se tiene que mezclar con la cantaxantina o el carofil. Además el betacaroteno se transforma en vitamina A y tiene acción antioxidante sobre las células, retrasando el envejecimiento.
La luteina. Es un pigmento de color amarillento de la familia de los carotenoides. Se puede encontrar en plantas como la caléndula, las espinacas o los guisantes y en diversas algas. También está presente en la yema del huevo. Tiene efecto antioxidante y protege los ojos de la acción solar. Una de las principales fuentes de luteina es una microalga nombrada Muriellopsis y su uso está muy extendido tanto en la alimentación humana como animal. Aplicada a los canarios amarillos aumenta la intensidad de la coloración.
La acción de los colorantes
La acción de los colorantes sobre los pájaros y de una manera particular sobre el canario depende de diferentes factores.
La genética
Uno de los factores más importantes que actúa sobre la acción de los pigmentantes es la genética. Utilizando las mismas proporciones de colorantes en diferentes canarios obtendremos resultados diferentes en función de los genes de cada pájaro. Por norma general cuanta más proximidad genética haya entre el canario y el cardenalito de Venezuela, más capacidad tendrá el pájaro para aprovechar la carga pigmentante de los colorantes. Y al revés, cuando más lejano sea el parentesco, más se diluirán los tonos rojos y más difícil será recuperarlos. Por eso conviene no olvidar los dos frentes: la selección de los canarios de coloración más intensa y la cría con híbridos de cardenalito para fortalecer la coloración.
Pigmento puro y marcas comerciales. El grado de concentración del colorante también es importante, porque el uso de productos excesivamente rebajados o de los que desconocemos las características, no nos permitirá realizar una dosificación correcta. Por una parte tenemos el pigmento puro que se presenta con un grado de concentración mínima del 10% (10 miligramos por gramo). De la otra los pigmentos elaborados por diferentes marcas, que contienen mezclas de colorantes. El uso del colorante puro al 10% nos asegura precisamente la pureza y los resultados. Podriamos decir que no hay trampa ni cartón y cada criador puede buscar la mezcla que mejor le funcione según la gama que esté criando. El uso de pigmentos de marca tiene punto a favor y en contra. En la parte negativa vemos que el fabricante no acostumbra a informar sobre la proporción de los diferentes colorantes utilizados. En la parte positiva, que también acostumbran a llevar vitaminas y minerales que potencian la acción del pigmento.
La dosificación
Finalmente, el resultado de la pigmentación puede variar en función de la cantidad y del tipo de colorante que incorporamos en la alimentación. Si utilizamos pigmentos puros (al 10%), la dosificación puede ir de 5 a 10 gramos por kg de pasta, aunque cada criador tendrá que acabar haciendo aquello que la experiencia y los resultados le aconsejen. Si utilizamos colorantes de marca, la dosis nos la da al mismo fabricante, pero también aquí habrá que ver cuál es el resultado sobre nuestros canarios.
Sobre el tipo de colorante, ya hemos visto que tienen características diferentes. Por norma general se aconseja mezclar la cantaxantina o el carofil, que proporcionan un color intenso, con el betacaroteno, que da brillo. Sobre la proporción de cada colorante tampoco hay acuerdo. Una mezcla tipo si utillizamos pigmentos con una concentración del 10 %, sería de 7 partes de carantina y 3 de betacaroteno.
La pasta de cría con colorante
Los fabricantes de pastas de cría ofrecen pastas rojas que contienen colorante. Ahora bien, hay que saber que la proporción de pigmento que contienen es muy baja. Si queremos conseguir buenos resultados tendremos que recurrir igualmente al colorante puro. Las pastas con colorante solamente son una alternativa para todos aquéllos que tienen canarios de factor rojo, que no se quieren complicar la vida y no tienen un nivel de exigencia muy elevado. Por otra parte, el uso de pastas de cría amarillas que contienen pigmento de este color, básicamente por razones comerciales (parece que lleven más huevo de lo que en realidad hay), puede ser contraproducente en canarios que no sean de este color ya que pueden llegar a manchar el plumaje de tonos amarillos.
Algunos consejos
Evitar un uso abusivo. Los colorantes no son productos inofensivos. Uno de los órganos que interviene en el proceso de transformación y asimilación del pigmento es el hígado. Es allí donde se almacenan y se transforman antes de pasar a la sangre y, a través de la piel, a las plumas, de manera que un uso abusivo de colorantes lo puede dañar. Para evitarlo, aparte de medir muy bien las dosis, conviene dar al pájaro un protector hepático (por ex. Calcicolina P). Precisamente para ajustar mejor la dosis, lo más conveniente es administrar el colorante con la pasta de cría. Si finalmente la genética del canario no es buena, no hay que obsesionarse porque tampoco conseguiremos mejorarla.
Evitar la interacción negativa de otros productos o alimentos. Los criadores saben que el carbón vegetal obstaculiza la absorción del colorante, por eso es mejor prescindir de él durante las semanas que estemos pigmentando. También es conveniente reducir el suministro de verduras, que tienen un efecto laxante y también dificultan la fijación del pigmento.
Vitaminas y semillas. Para favorecer la acción de los pigmentos es conveniente proporcionar a los pájaros semillas con una proporción alta de grasas. Por ejemplo negrillo, semilla de cáñamo o de lino. Siempre, de forma moderada. Los aceites vegetales favorecen la absorción del pigmento porque ayudan a emulsionar las grasas y facilitan la digestión. También es conveniente dar un suplemento de vitamina E, para retrasar la oxidación de los pigmentos. Para evitar que estos se degraden se tiene que evitar la exposición a la luz y conservarlos en un lugar fresco y seco.
Cuidar las condiciones ambientales
Para que la muda sea un éxito los pájaros tienen que vivir en buenas condiciones: espacio suficiente, instalaciones limpias y mucha tranquilidad. También es conveniente, si es posible, situarlos en un lugar oscuro, porque así la muda se acorta y la acción pigmentante se intensifica. A los pájaros adultos se les ha de proporcionar el pigmento durante la muda, desde un poco antes del inicio de esta etapa. Durante la cría hay que empezar a dar pigmento a los canarios intensos y nevado desde el primer día, y en los mosaicos a partir de las seis semanas.
Fotos: Fernando Zamora
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